La prensa financiera y económica acuñó el término The PIGS para referirse a Portugal, Italia Grecia y España, en relación a sus dificultades económicas. Algunos dicen que también Irlanda forma parte del grupo, pero Irlanda nunca tuvo un imperio, de manera que su perdida de estatus histórico no es comparable. The PIGS es una expresión peyorativa que viene del lado neoliberal, casi siempre anglosajón. Durante un tiempo la prensa se hizo eco de ese acrónimo sin ningún reparo. Unas tasas de deuda pública y privada demasiado altas, malos resultados fiscales, burbujas inmobiliarias y en general una gestión política y económica muy decepcionante han puesto a los PIGS en el punto de mira. Se dice que estos países no pueden soportar la presión de compartir la misma moneda que sus homólogos europeos más fuertes y que el Euro no tardará en desaparecer debido a que alguno de los PIGS deberá abandonarlo. Pero, ¿cuánto hay de cierto en esto? ¿Hasta qué punto están los países ricos de la zona Euro hartos de ayudar a los países del sur? ¿Está el Reino Unido celebrando secretamente que el experimento Euro se tambalee? ¿Está Llegando Europa a un punto de no retorno en su decadencia histórica? ¿O estamos ante un simple ataque especulativo por para eliminar a la U.E. de la competición en los mercados financieros? ¿Es cierto que los PIGS han vivido en un espejismo de bienestar que no se corresponde a su realidad social y económica? Me he preguntado a menudo cómo han llegado estos países a este estado de penuria, después haber pasado por siglos de esplendor. ¿Qué pasó con Grecia, la cuna de la civilización Occidental? ¿Qué fue de Italia, heredera del Imperio Romano y dueña del mayor Patrimonio Artístico del mundo? ¿Qué falló en Portugal, la primera potencia naval global de la Historia? ¿Cuándo empezó la decadencia de España y su imperio, en el que nunca se ponía el sol?. Creo que las raíces del lamentable estado actual del las cosas en nuestros países se remontan muy atrás en el tiempo. Son siglos acumulando problemas que ahora están quedando más que nunca en evidencia. El mundo griego clásico desapareció junto a las escuelas de filosofía. Durante el imperio bizantino la cultura griega se desvaneció quedando casi sepultada durante bajo el dominio Otomano. La difícil reconstrucción de su identidad nacional en el siglo XIX estuvo ligada desde el principio a la supervisión de otras potencias europeas. Después del Imperio Romano Italia quedó fragmentada. La presencia del Papa en Roma supuso el único lazo de unión entre los múltiples estados, al tiempo que imposibilitó la creación de cualquier poder civil central, que sin embargo acabó llegando con Garibladi, de manera más bien artificial en el siglo XIX. Portugal dominó las grandes rutas de navegación africanas, pero perdió el paso al tiempo que el comercio con Oriente se volvió obsoleto como consecuencia del descubrimiento de América. El Terremoto de 1755 laminó el país desde todos los puntos de vista. Las guerras de descolonización de finales del siglo.XX terminaron de empobrecer a un país que ya era pobre. El descubrimiento de Amércia hizo muy rica a España, que sin embargo se convirtió en un imperio de administradores, cortesano y con casi nula cultura emprendedora. La Iglesia Católica impidió que la Ilustración floreciera y la pérdida paulatina de las colonias, más los 40 años de dictadura franquista ahondaron en su retraso económico y social. De manera que hay un contraste importante entre la percepción que los PIGS tienen de sí mismos, alimentada por una idealización de su propio pasado, y la escasa solidez de sus cimientos reales. Los PIGS se ven a sí mismos, y en realidad lo son, como los fundadores, las células madre de la idea misma de Europa. Como depositarios de las raíces de la cultura Occidental, los países del Sur de Europa no pueden percibirse a sí mismos como países sin peso específico en el juego político global. Tanto a nivel institucional como en el ámbito personal e individual, los PIGS viven en una paradoja en al que se combina una percepción hipertrofiada de su propia relevancia, combinada con un cierto complejo de inferioridad que se interpone entre la realidad y sus deseos de grandeza. Los PIGS son países viejos, cínicos e individualistas. El sentido de comunidad, tan arraigado en los países europeos del Norte es muy débil sin embargo en estos países con siglos a la espalda de estructuras sociales muy jerarquizadas y acostumbrados a gobernantes tan autoritarios como corruptos. La gente vive al margen de la clase política de la que no espera casi nada, y busca su bienestar desde una óptica individual, lo que constituye a la vez una ventaja evolutiva respecto a la supervivencia y un retraso para el progreso social. Mientras tanto la familia sigue siendo la institución más importante, haciendo a la vez de refugio y prisión. He tratado de ilustrar los tópicos a los que se hace referencia cuando se usa el término PIGS. Esto es lo que veríamos si tradujéramos en imágenes los artículos que leemos en la prensa financiera. Así es como supongo que nos ven los economistas. Esta es una colección de estereotipos que son tan ciertos como incompletos. Igual que una guía de turismo oculta cuidadosamente todo lo que no es atractivo, este reportaje recoge buena parte de lo que nos resulta embarazoso, a menudo con razón, otras veces sin ella. En cualquier caso, se trata de una manipulación más, en la que más allá de enfatizar un aspecto concreto de la vida de los PIGS, lo que al final se nos hace más presente es la estruendosa ausencia de todo aquello que aún pervive de positivo, bello y esperanzador. - Carlos Spottorno
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