A pesar de la crisis, el turismo en Galicia crece cada año y alcanza cifras record. Entre Enero y Agosto de este año han llegado casi 200.000 peregrinos a Compostela. El Camino de Santiago se presenta como una opción turística barata y asequible para muchos. Galicia, gracias a Santiago y al Camino, se consagra como uno de los destinos turísticos más visitados de España. El boom del sector turístico contrasta con otras actividades económicas en la región, hoy en plena decadencia.
Vistas desde mi ventana. En pleno casco histórico de Compostela, es posible encontrarse casas en estado ruinoso. Cada vez son más las casas deshabitadas y abandonadas en la zona vella de Santiago debido a la subida de los alquileres, la falta de oportunidades laborales y la falta de dinero de los dueños para reformar y acondicionar las casas antiguas como es debido y como exige el concello. Esto ha provocado el abandono y la despoblación de una de las ciudades medievales mejor conservadas de Europa, Patrimonio de la Humanidad desde 1985.
Hay lugares en Compostela que nunca han estado en crisis y O Gato Negro es uno de ellos. A la hora del vermú siempre está de bote en bote y es difícil encontrar un hueco en la barra. Manolo regenta esta taberna que abrió su familia "allá por el año 1922", dice con humor. O Gato Negro es un clásico en Compostela, que sirve cuncas de viño y tapas al alcance de todos los bolsillos. Locales, turistas y peregrinos conviven a diario y comparten un trago en una de las tabernas más antiguas de la ciudad que, después de 4 generaciones abierta, no tiene pensado echar el cierre. Sin duda uno de los supervivientes más emblemáticos de Compostela.
Manifestación de la Asociación Long Hope en la plaza del Obradoiro. Un grupo de mariñeiros galegos se manifiesta y exige apoyo al gobierno. Después de 40 años trabajando en la flota mercante noruega, todavía esperan por su pensión más de 12.000 marineros. Con una media de 83 años, muchos viven de forma precaria y exigen la pensión que les corresponde después de tantos años cotizando y residiendo en Noruega. El gobierno noruego se niega a pagar sus pensiones, y el gobierno gallego cree que no le corresponde, así que estos ancianos viven en un limbo que ninguno de los gobiernos termina de resolver.
Pase lo que pase, Fina y Lola vienen cada sábado desde hace 50 años a la plaza de abastos de Compostela. Allí venden los productos de su huerto, fruta y verdura fresca de temporada. Son hermanas y viven en Calo, un pueblo a las afueras de Santiago, donde tienen su huerto. Aunque ya están en edad de jubilarse, dicen que no lo harán nunca. Les divierte mucho venir a la plaza y estar con la gente. "Si nos quitan esto, nos morimos" explica Lola, a sus 78 años.
Pili trabaja en Pescados Lola y lleva más de 20 años vendiendo pescado. Esta semana tiene la palometa y la merluza a 10€/kg. La industria del pescado es una de las más importantes de Galicia y el pescado fresco es una parte esencial de la dieta atlántica. Pili asegura que nota mucho la bajada de ventas de pescado en la última época, aunque no lo achaca a la crisis, sino a las grandes superficies que les quitan los clientes porque rompen los precios del pescado.
Como cada sábado de mercado, llega el recuento de ventas y la recogida y limpieza de la plaza de abastos de Santiago. Hoy ha sido un buen día de ventas y algunos puestos cierran antes de tiempo porque ya lo han vendido todo.
Como cada domingo, Paco sale a pasear por la costa de Foz. Paco tiene 101 años "y cinco meses", puntualiza soltando una carcajada. Vive solo en su casa de Mondoñedo y tiene una pandilla de mujeres viudas con las que sale todos los días a tomar el vermú. También recibe visitas de sus hijos, nietos y bisnietos muy a menudo. Le encanta hablar de política, ver el mar y se lee todos los periódicos que puede cada día. Paco es uno de los 1.200 centenarios que hay en Galicia, una de las regiones más envejecidas del mundo. Con la crisis, la estadística se dispara debido a la gran ola migratoria de los jóvenes y a la longevidad de los gallegos. Paco dice que su secreto es no discutir nunca y reirse de todo. Estar con él es como estar con un chaval de 20 años, que aprovecha cada ocasión para poner en práctica su sentido del humor y reirse de la vida.
Intervención artística de cemento y eucaliptos en A Mariña Lucense, cerca de Foz.
Aparcamiento provisional del aeropuerto de Alvedro, en A Coruña. Se construyó en el año 2008 para utilizar mientras se remodelaba el parking original del aeropuerto. Su coste fue de 34 millones de euros y actualmente se encuentra en abandono. El nuevo parking tiene casi 2.000 plazas y está casi siempre vacío. Además, el aeropuerto pierde pasajeros cada año desde el 2007. Esta obra es un símbolo del absurdo y del derroche de dinero público que se ha hecho y se sigue haciendo. El enorme gasto que ha generado la ampliación de los 3 aeropuertos de Galicia en los últimos años tiene al pueblo gallego dividido. Demasiada infrastructura para una región en abandono y en plena decadencia...
El agujero que la Cidade da Cultura ha dejado en Galicia no es solo económico, sino que también es físico y real, a la vista de todos. Presupuestado en poco más de 100 millones de euros, gastados más de 400 millones y construidos solo 4 edificios de los 6 proyectados, la obra arquitectonica más polémica, absurda e incoherente de la historia de Galicia, se suspende indefinidamente. Y deciden dejarlo tal cual, con agujero incluido... Catástrofe arquitectónica, ruina moderna, monumento funerario, cemento de dinero, mausoleo de Fraga... Los adjetivos para dirigirse a este delirio que tuvo Manuel Fraga en el año 1999 son infinitos... y el coste de de este disparate urbanísitico concebido por un viejo enajenado ha sumido a los gallegos en un escepticismo y una impotencia sin precedentes... Además de haberlos dejado sin dinero para invertir en cultura. Un auténtico despropósito.
Mohamed vive en Compostela y trabaja para la USC en For Sea Discovery, un proyecto de investigación que reúne a más de 50 investigadores especialistas en disciplinas tan diversas como arqueología submarina, historia, biología, química, geografía y dendrocronología. Mohamed sostiene un trozo de madera de un barco de tipología ibérica hundido en la costa de Finisterre, que procederá a analizar y a comparar con otras maderas de bosques autóctonos que también estudia para descubrir la influencia que tuvo la madera española en las rutas comerciales de los siglos XV-XVI-XVII entre España y otros países del Atlántico. Mohamed es un novo galego que viene de Malí y confiesa que le gusta mucho vivir en Galicia. Es uno de los 3.000 extranjeros que pasan cada año por la Universidad de Santiago de Compostela, una de las más antiguas del mundo. En la actualidad, mientras muchos jóvenes gallegos emigran por falta de trabajo, muchos otros vienen a Galicia gracias a las oportunidades laborales.
Escaparate de Compostela
Graffiti encontrado en el centro de Braga. Portugal es un país muy castigado por las crisis. La sociedad portuguesa manifiesta su descontento y su frustración por vivir en una situación de crisis tan prolongada. Este graffiti demuestra el rechazo que han generado las políticas impuestas por la troika a este país que, en vez de mejorar y avanzar gracias a estas medidas, cada vez está más empobrecido y cansado por una crisis económica demasiado prolongada.
Calle comercial en el centro de Braga. En Portugal, igual que en España, muchos comercios han cerrado en los últimos años debido a la crisis. En los lugares pequeños es fácil encontrar locales comerciales vacíos y pisos en alquiler. En Portugal son muy visibles las consecuencias de la crisis económica, que lleva instalada en el país más tiempo que en España.
Procesión en Braga. Portugal mantiene su tradición católica, especialmente en Braga, donde se celebran fiestas religiosas a menudo.
Café en Braga. En Portugal, como en España, muchos jóvenes han tenido que emigrar por la crisis y por la falta de trabajo. Las calles y los cafés se llenan de jubilados, que representan una parte importante de la población.
De paseo por Braga, Portugal.
Parede que fala. Braga, Portugal.
Aperitivo de domingo. Braga, Portugal.
A solo seis días de las elecciones legislativas en Portugal, la ciudad está invadida de propaganda electoral. Hay propuestas para todos los gustos y los sondeos dicen que el panorama está bastante reñido. Portugal ha sufrido – y todavía sufre – una crisis más profunda que la española y también mucho más prolongada, lo que hace que la sociedad navegue entre el escepticismo y la decepción. Braga, Portugal.
Puente internacional de Tui. Este puente, con más de 125 años, que se puede cruzar en tren, en coche o a pie, es un gran símbolo del progreso y la unión entre dos pueblos que fueron uno durante varios siglos: Galicia y Portugal. Separados por el río Miño, la construcción de este puente fue un gran acontecimiento para Tui y Valença, reforzando los lazos sociales y culturales entre ambas ciudades. Durante muchos años fue el paso fronterizo principal entre Galicia y el Norte de Portugal y todavía es un gran emblema de la unión luso-galega.
De paseo por Tui, Pontevedra.
Otro gran lugar de Compostela, donde la crisis no existe, o más bien no importa, porque los clásicos no mueren nunca. Es el escaparate de la Sombrerería Iglesias, un emblema de la ciudad y de la elegancia en Galicia. Se fundó en el año 1912 y en la actualidad lo lleva la tercera generación de la familia. La Sombrerería Iglesias es uno de esos comercios que no cerrará nunca, o al menos eso queremos creer los compostelanos, que lo consideramos una lugar de referencia en la zona vella, como lo es la catedral. A pesar de la gran crisis económica y los cambios que ha experimentado la comunidad gallega en los últimos años (emigración, una vez más, despoblación, envejecimiento, paro...) sigue habiendo muchos lugares, muchas personas y muchos pensamientos que permanecen, que no cambian nunca. Galicia es una tierra que parece haberse quedado congelada en el tiempo, como si fuera un hechizo, y aquí lo demuestra en forma de sombrero, simbolizando lo eterno e inmutable que definirá siempre a esta tierra.
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