Cuenca minera

Un hombre cruza un puente del que cuelga un lazo negro en solidaridad con los mineros en Cangas de Narcea. Asturias, 2012.
Un hombre pasa por delante de una pintada en la que se lee “Indignación” como respuesta a la reducción de presupuesto destinado a las minas del Partido Popular (PP). Asturias, 2012.
Un grupo de mineros se manifiesta a favor de la minería durante la huelga minera en las calles de Mieres. Asturias, 2012.
Dos mineros se abrazan en una manifestación a favor de la continuidad de la minería en Mieres. Asturias, 2012.
Vista aérea del puerto de Músel donde el carbón llega para ser comercializado. En el puerto de Músel llega el carbón internacional para ser llevado a las centrales térmicas españolas y es el punto de partida del carbón español que es exportado. Asturias, 2012
Minero en la mina de Cerredo. Asturias, 2012.
Ficha de autorescatadores en Cerredo. Estas llaves las utilizan para encender las luces del casco y así además tienen controlado quien está dentro o fuera de la mina. Asturias, 2012.
Mineros descansan y comen unos bocadillos en su hora de la cena. La activdad de la mina de Cerredo no cesa en ningún momento y por eso existen tres turnos rotativos. Asturias, 2012.
Un minero lleva comida a sus compañeros encerrados en Pozo Candín en la zona de Langreo. Asturias, 2012.
Guantes y restos de carbón en la mina de Cerredo. Asturias, 2012.
Casa en la Cuenca de Cerredo durante el atardecer. Asturias, 2012.
Mineros en los montes de la zona de Figadero durante la huelga minera. Asturias, 2012.
Mineros resguardándose en los montes de Figadero durante un enfrentamiento con la Guardia Civil. Asturias, 2012.
Un minero durante un corte en la carretera cerca de las inmediaciones de Pozo Santiago. Asturias, 2012.
Minero durante una de las huelgas descansa en la entrada de una mina. Asturias, 2012.

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En 2012 los trabajadores del sector minero del carbón volvieron a la huelga durante meses. Un hecho que a los más mayores les hicieron sumirse en una especie de “dejavú”, retrocecido veinte o cuarenta años, cuando ellos mismos lucharon también por sus derechos y por sus familias. Lo que diferencia estos tiempos de los de entonces es que ahora no están en juego solamente sus salarios o sus jornadas de ocho horas. Ahora, lo que está en juego es su propio futuro.

La causa fue la decisión del gobierno de retirar las ayudas al carbón. Unas ayudas que se renuevan cada pocos años, pero que ya tienen fecha de caducidad: 2018.
En estos próximos 5 años, tanto mineros, como quienes dependen directa o indirectamente del carbón, tienen la difícil tarea de reinventar sus propias vidas. Y las opciones brillan por su ausencia. Ya sea por una mala gestión de los patrones, por una torpe gestión de los diferentes gobiernos o por pura corrupción y avaricia, las opciones de re-industralización de las comarcas mineras ha sido un fracaso y numerosos son los casos de empresas de diferentes sectores que tras unos años de actividad en las zonas han salido de las mismas, dejando más paro, precariedad y ansiedad por una oportunidad para sus gentes que nunca llega. Pero seamos sinceros, ¿quién se iría a jugar el pellejo a una mina, si existiesen otras formas de llevarse el pan a la boca?

Durante este último año 2013 las cosas no han mejorado en absoluto. Cientos de trabajadores han sido despedidos o jubilados forzosamente. Además, los escándalos en el sector se han agrabado. Ya conocíamos el desperdicio de los fondos mineros en carreteras fantasma o en becas en EEUU para los hijos de los trabajadores y fiestas mayores. Pero a esto hay que sumarle los casos de “volatilización” misteriosa de cientos de toneladas de carbón de las arcas de Don “Vito” Alonso, el mayor empresario minero del país y su presunta imputación en casos de malversación y corrupción.

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2012
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