Estudiantes de la Escuela de Pastores de Catalunya escuchan las explicaciones de un pastor experimentado durante su periodo de formación teórica.
Grupo de ovejas en el monte de Salau, en el Pirineo catalán.
Los estudiantes de la Escuela de Pastores pasan por un mes de clases teóricas y cuatro meses de prácticas en granjas y explotaciones. Las clases teóricas se dan en una casa rural en Llagunes (Pallars Sobirà, Lleida).
Ariadna Cañadas (25 años) dejó la ciudad de Barcelona para tratar de aprender el oficio de pastor en la Escuela de Pastores. Ariadna hace sus prácticas en las montañas de Salau (Pallars Sobirà, Lleida).
Eloy González originario de Mataró, fue alumno de la Escuela de Pastores en 2010. Eloy realizó su período de prácticas en una granja en Escàs, Pirineo catalán
Vacas en una granja en Aguiró, Vall Foscam, en la comarca del Pallars Jussà.
La familia de Josep (57 años) trabaja en el sector ganadero desde hace siglos, y su granja es bien conocida en la región: Cals Frares, en Aguiró, un pueblo de La Vall Fosca. Hoy en día, Josep acepta en su casa a los jóvenes estudiantes de la Escuela de Pastores en su periodo de prácticas, ya que entiende y comparte la gran necesidad de un relevo en el sector.
Un agricultor trabaja herrando caballos en una granja del Pallars Sobirà, Lleida
Mañana brumosa en Manlleu, Plana de Vic
María encierra sus ganado en el corral en un día lluvioso. María trabaja con su marido Xevi y un tercer amigo en El Serradet de Barneres, un pequeño proyecto ganadero en Manlleu.
Xevi Crosas (33) trabaja con su hijo Nil en El Serradet de Barneres, un nueva granja en Manlleu, Plana de Vic. Xevi fue alumno de la Escuela de Pastores en 2009, y ahora mantiene su propio proyecto ganadero, desde una cooperativa que comparte con un amigo y su esposa.
Pau Ramíres (19 años), alumno de la Escuela de Pastores.
Trabajo en el corral en Cals Frares, en Aguiró, La Vall Fosca, Lleida.
Gloria Rodríguez, una joven estudiante de la Escuela de Pastores, durante su periodo de prácticas como pastor en Cals Frares, en Aguiró (Pallars Jussà, Lleida).
Jornada de trabajo en Cals Frares, en Aguiró (La Vall Fosca).
Escena de noche en Llesuí, en el Pirineo catalán.
Josep Font, 32 años, dentro de la casa de su familia, la Casa Perales, en Llesuí (Pallars Sobirà, Lleida).
Josep Font (32) y Anna Plana (28), están casados y trabajan juntos con un rebaño de 200 ovejas en Llesui, un pueblo del Pirineo catalán. Anna fue una de las estudiantes de la primera promoción de la Escuela de Pastores, y ahora ha logrado tener su propio rebaño. Antes de la Escuela de Pastores, Anna trabajaba como peluquera.
Josep y Anna lleva un "gripia" (herramienta para servir comida a los animales) a su corral a través de la nieve. Josep tiene su propio puesto de trabajo durante la semana, pero ayuda a su mujer a hacer las tareas de pastor más pesadas los fines de semana.
Sisco Baron (33 años) fue alumno de la Escuela de Pastores en 2010. Hoy en día trabaja en su propio proyecto con cabras en un entorno urbano en Begues, junto a la ciudad de Barcelona. Las cabras limpian maleza y crean áreas de seguridad, como prevención de incendios en los bosques.
Día de lluvia en el trabajo para Sisco Baron. Sisco no quería mudarse a una zona rural, su objetivo era ser capaz de trabajar como pastor en su propia ciudad, Begues (Baix Llobregat).
Vista de tres pueblos de La Vall d'Àssua, en el Pirineo catalán.
Marc Alvarado (28 años), hizo sus prácticas de un pastor de montaña en Baguergue (Vall d'Aran). Desde entonces, Marc trabaja cada verano como pastor de montaña, cuidando grupos de miles de ovejas, en el Pirineo francés.
Rebaño de ovejas en las montañas de Salau (Pallars Sobirà, Lleida).
Marc García (26), durante sus prácticas de pastor en las montañas de Salau. Marc recibió entrenamiento especial a cargo de un pastor especializado en perros.
Edu Balsells (35 años) fue alumno de la primera edición de la Escuela de Pastores. Hoy en día tiene su propio rebaño, junto con un amigo.
Edu Balsells cuida de su ganado. Cada invierno, Edu es empleado por el Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat, en las afueras de Barcelona, para que sus ovejas limpien los bosques y creen franjas de seguridad, con el fin de evitar incendios.
Eloy González (26 años), hizo el curso de la Escuela de Pastores en 2010. En 2013, comenzó con su propio rebaño de 80 cabras. Eloy trabaja en su ciudad natal, cerca de Barcelona.
Eloy, durante una jornada de trabajo.
Eloy González acaba en el corral un largo día de trabajo. Su sueño al unirse a la Escuela de Pastores en 2010 era ser capaz de quedarse a trabajar como pastor cerca de Mataró, un entorno urbano cerrado a la ciudad de Barcelona. Aunque era difícil, Eloy encontró primero un trabajo de pastor, y luego consiguió 80 cabras para iniciar su propio proyecto. Sus planes son seguir trabajando con pocos animales, de manera sostenible.
Gloria Rodríguez, estudiante de la Escuela de Pastores, recoge las ovejas por la noche en Cals Frares, Aguiró.
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La escuela de pastores de Cataluña, una de las experiencias pioneras en la recuperación y revitalización del sector ganadero, arrancó en marzo de 2015. Ajena a las visiones pesimistas que consideran tocado de muerte al pastoreo, la escuela volverá a dar la posibilidad de formarse a jóvenes provenientes de entornos predominantemente urbanos que quieren aprender el oficio de pastor. Uno de los principales objetivos de la iniciativa es ofrecer un relevo generacional que se hacía más que necesario en el sector de la ganadería catalana.
Autor
Joan AlvadoCategoria
Formato
Fecha
De 2014 hasta 2015 Licencia
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