Forging life

En una antigua nave industrial abandonada en el barrio de Poblenou de Barcelona existió el mayor asentamiento de inmigrantes en situación irregular ocupando un espacio. La nave acogía a unas 300 personas que vivían en ella y además unas 800 personas se movían diariamente usando sus instalaciones, ya que se desarrollaban trabajos vinculados con la recogida de chatarra, venta de antigüedades y actividades culturales. La mayoría de estas personas eran de etnia africana, pero también había personas de Sudamérica, rumanas, caribeñas,…
En agosto de 2001 cuando en  Barcelona se desalojó la Plaza Catalunya. En ella dormían cada día centenares de inmigrantes africanos senegaleses que habían llegado a Europa buscando un futuro mejor. Pero un día, de golpe, tuvieron que irse de la plaza sin ninguna solución legal y sin ningún derecho como refugiados. El estado no les facilitó asilo político ni económico, solo los echó de allí. “No hubo mas remedio que ir ocupando espacios y en ellos dar a conocer nuestra situación a los ciudadanos, con el objetivo de tejer puentes culturales y económicos entre  de dónde venimos y donde estamos” dice Mamadou Kheraba uno de los fundadores de la nave. Antes de ocupar la nave ya habían estado en otros lugares de Barcelona.  En ellos se desarrollaban diversas actividades para fomentar el conocimiento hacia África. Se llevaban a cabo talleres y cursos de formación del arte africano: música, teatro, escultura, pintura, etc. Pero cuando la institución empezaba a funcionar y a ser bien vista por el barrio siempre llegaba un día en que aparecía la policía y los desalojaba, incluso quemando todo lo que habían construido. Una vez desalojados había que volver a empezar. Después de más de diez años se llegó a lo que posteriormente se conoció como La Nave. Después de dos años viviendo en la nave, el 24 de septiembre de 2013, fue desalojada en respuesta a la demanda presentada por sus dueños, Fincas Riana SL.