Ocupaciones colectivas: laboratorios de vivienda ante la oleada de desalojos.
Uno de los principales síntomas de la crisis económica en el Estado español ha sido un gran aumento de los desahucios por impago de la hipoteca: se estima que más de 170.000 familias han sido desahuciadas desde el inicio de la crisis en julio de 2008.
Como respuesta, varias de las personas afectadas y grupos de apoyo están promoviendo la iniciativa de ocupar edificios de viviendas para evitar que las familias desalojadas se queden sin hogar.
El colectivo solidario más conocido es la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). La PAH ha intensificado en 2013 una campaña que reclama la ocupación de edificios en desuso, propiedad de los bancos, como una manera de gestionar la vivienda social en casos extremos, cuando las familias desalojadas no tienen dónde ir.
En la actualidad, sólo en Catalunya ya hay más de una quincena de edificios reocupados por los colectivos de PAH. Todos eran propiedades de los bancos, con años de desuso acumulados. 15 bloques de viviendas que ahora son refugio para más de 1000 personas. Además, otros grupos solidarios están promoviendo ocupaciones colectivas similares.
Las ocupaciones también sirven para ejercer presión sobre el gobierno y los bancos en la negociación de soluciones. El principal objetivo de estas negociaciones es lograr la dación en pago: cancelación de la deuda con el banco una vez las familias han abandonado sus casas.
La fuerza del grupo: Laboratorios de Autogestión .
Para muchos sectores de la izquierda, los bloques ocupados trascienden más allá de la mera consecución de una vivienda para los afectados. Según ellos, ahora se está produciendo un experimento social sin precedentes: los edificios ocupados son laboratorios de autogestión de la vivienda.
Sabadell es una de las ciudades donde los activistas tienen más experiencia, con 3 edificios ocupados. Cada semana, las peticiones para acceder a estas viviendas son discutidas en la asamblea de la PAH. A los residentes se les informa de que vivir aquí significa también asumir responsabilidades con el proyecto social. Los residentes son españoles, africanos, marroquís, sudamericanos... familias diferentes con problemas similares.
Así, mientras el mercado de la vivienda en España continúa entre el colapso y la hibernación, el período de desalojos masivos está siendo seguido por una época de alternativas. La sociedad civil ha adelantado a las instituciones, y ya no espera una respuesta de estas: ahora es el momento de tomar la iniciativa.
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